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BLUE MADRID

BLUE MADRID

IFEMA

Las cubiertas de IFEMA constituyen un ejemplo muy significativo de una gran superficie de suelo urbano elevada que carece de función espacial y funcional alguna. Una situación que además de darse en edificios análogos a este, la podemos encontrar habitualmente en construcciones industriales y deportivas que se integran en las ciudades españolas, y que lamentablemente contribuyen al calentamiento de la ciudad por el efecto de isla de calor. Nuestra propuesta busca transformar este problema disfuncional en una solución que dote a estos espacios de una nueva vida. Es decir, un sistema  exportable a cualquier edificio de arquitectura análoga. De forma resumida, se trata de posar una nueva cubierta ligera y translucida, bajo la cual se dispone una estructura reticular de huertos y plantaciones que servirán tanto para la producción agrícola, como para la filtración transformación del CO2. 

La propuesta contempla la implementación de una nueva cubierta, a modo de gran invernadero, que contiene los nuevos huertos urbanos. En la fachada donde se sitúa el acceso principal la cubierta se prolonga y se extiende en el vacío para servir de resguardo a los visitantes y operarios, generando una nueva imagen y atmósfera  en la llegada a IFEMA. Asimismo, se han diseñado unos núcleos de comunicación exentos que se adosan a las fachadas y permiten el acceso de operarios y visitantes a los huertos de IFEMA. 

SAN BLAS

En la segunda mitad del siglo XX muchos de los desarrollos urbanos de bloques aislados se construyeron por adición sistematizada de volúmenes semejantes, quedando en el olvido el diseño de los hastiales o fachadas cortas. Nuestra propuesta busca dar solución a esta problemática nacional mediante la adición de un nuevo volumen generador de fachada que integre la producción agrícola en el edificio. Además, esta mochila puede dar solución a una numerosa problemática: mejora en la envolvente térmica, accesibilidad, espacialidad, etc.

Los edificios se adosan verticalmente a las preexistencias con el fin de conformar varias plataformas horizontales, comunicadas por escalera, donde disponer los huertos urbanos. Asimismo, esta pieza se una a una pastilla horizontal que incorpora el grueso de la plantación, tanto en su espacio interior como en su cubierta. Con ello, se conforma una terraza dominante hacia el espacio público para el encuentro y disfrute de los vecinos. La construcción se resuelve mediante una estructura ligera, protegida por paneles perforados y policarbonatos con el fin de proteger las plantaciones de la radiación directa y a la vez conservar una temperatura interior adecuada, evitando las heladas. En la parte superior del conjunto se pueden situar depósitos de agua de lluvia para el riego de los huertos, evitando el derroche de agua potable. Asimismo, este artefacto puede incorporar en su parte superior cartelería publicitaria sobre los productos que se producen y venden en San Blas con el fin de promover su compra y consumo.

El proyecto incorpora una propuesta de accesibilidad para el conjunto de los bloques de viviendas que se encuentran en San Blas. En concreto, el nuevo edificio mochila puede incorporar un núcleo de comunicación vertical de ascesor y escalera que mediante unas largas pasarelas comunica cada una de las viviendas. Además, estas incorporan unas grandes terrazas que pueden asumir la función de huerto o de espacio social de encuentro. Con ello, se modifica la estructura vertical e independiente de los bloques preexistente y se transforma en horizontal y transversal, favoreciendo la relación entre los vecinos y ciudadanos. 

LAS ROSAS

El emplazamiento madrileño de Rosas se caracteriza por situarse en un borde urbano, entre las autovías que circunvalan la capital y los nuevos desarrollos urbanísticos. Unas circunstancial que lo convierten en un lugar residual donde apenas aparece actividad y que es una constante en la mayoría de planeamientos de las ciudades españolas. Nuestra propuesta contempla la conversión de este espacio en un lugar de encuentro dotándolo de un uso fundamentalmente agrícola. La extensión de la parcela y el contacto con el propio terreno permite establecer esta actividad a gran escala y hacerlo mediante la permacultura, es decir, a través de la interacción de los suelos, como medio para la conservación del ecosistema y la calidad en su producción.  

La propuesta para el barrio de San Blas se fundamenta en el urbanismo existente como método para integrar los nuevos usos en la parcela situada en el borde urbano. Como solución de continuidad, se han prolongado los viarios principales existentes para introducirlos en el proyecto como una prolongación de la ciudad. La transición entre lo urbano y lo rural se produce a través de un gran pórtico alargado y elevado que comunica ambos espacios, y que produce una experiencia atmosférica en el ser humano, a través de la compresión y la sombra. Además, estos pórticos generan una nueva imagen del lugar, dotándola de una identidad propia reconocible. 

La estructura de superficie agraria se basa en un sistema tradicional propio de la ciudad de Elche, el palmeral, que constituye un fenómeno del máximo interés. Por ello, se han adaptado varias de sus soluciones, como son el uso de la palmera para la delimitación de los huertos que en nuestro caso se ha utilizado para delimitar además los viarios principales. Una propuesta paisajística que busca introducir elementos de verticalidad en un espacio caracterizado por la vacuidad. 
Asimismo, se ha complementado este espacio con invernaderos para productos de mayor sensibilidad y torres con depósitos de agua para servir de riego.

Autor: Nicolás Gutiérrez 

Colaboradores: Isabel Artal, Laura Labarta, Pablo Romaní

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