CITY-LAB es una pequeña ciudad autosuficiente que se integra en el centro de Donostia para crear una nueva plataforma de recepción al visitante. La visión de un pequeño núcleo urbano, descontextualizado, pretende servir de ánimo para el visitante al descubrirlo y, en los espacios intersticiales, a relacionarse. Esta pequeña ciudad se compone de varios edificios que se articulan dentro de una superficie elevada que conforma distintas estancias, a modo plaza donde establecer relaciones y, en la que además de bancos, se dispone de huertos ecológicos de frutas y hortalizas, que permiten al visitante conocer la producción agrícola de la zona.

El edificio de mayor dimensión alberga el puesto de información al turista, una sala de exposiciones y los aseos, así como un pequeño almacén de material. Además, dispone de placas fotovoltaicas que captan la energía del sol para transformarla en electricidad, y la evacuación de las aguas de la cubierta se realizan a través de una de las fachadas que la almacena para su uso posterior como riego. El invernadero, un edificio totalmente acristalado, contiene la tienda y pequeñas exposiciones. Junto a ellos se sitúa la torre de juegos infantiles, coronada por un campanario que alberga un depósito para recoger las abundantes aguas de lluvia, y favorecer su reutilización. Por último, la torre eólica de la ciudad nos permite obtener energía eléctrica casi todo el año, favorecido por los fuertes vientos de la costa.