LOGGIA LEONINA

La propuesta Loggia Leonina se fundamenta en la creación de un elemento autónomo, claro y rotundo que mantenga los principios compositivos de la fachada histórica y que, a su vez, permitan la conservación de los elementos pétreos de la misma. Un nuevo pórtico que avanza sobre el actual y lo abraza para otorgar una protección de más 4,50 metros sobre la actual la fachada, conformando un espacio cubierto y de transición --una gran antesala-- al modo de las nobles loggias italianas. Este atrio que se conforma entre ambas fachadas --nueva e histórica-- permitirá la contemplación plena del bellísimo pórtico primitivo, que se podrá disfrutar sin obstáculos visuales al resguardo de la intemperie. Para conseguir tan ansiada integración, el nuevo pórtico se ha diseñado de acuerdo a las características morfológicas de los tres arcos principales que configuran la fachada original, y, especialmente, con el fin de que estos mantengan su protagonismo en la imagen actual de la Catedral. Para ello, la nueva arquitectura se convierte en una prolongación de estos tres elementos mediante la asunción e integración de su geometría: los arcos primitivos se proyectan en el pórtico permitiendo una permeabilidad visual completa entre el espacio interior y exterior. Asimismo, como fundamento para causar el menor impacto posible sobre la Catedral, la Loggia Leonina se concibe como un elemento constructivamente auto-portante que no precisa de contacto alguno con la preexistencia, que no será intervenida en ningún caso. Con ello, cuatro grandes pilares sostienen el nuevo pórtico sobre el cual se adhiere una cubierta ligera que permitirá recoger las aguas de lluvia. Así pues, para conseguir su integración completa, la materialidad de este elemento será por completo de cantería de sillar, utilizando la misma piedra con la que se ejecutó la Catedral de León, procedente de las canteras de Boñar. En definitiva, se busca la máxima integración en el contexto con el menor impacto e intervención posibles.